El próximo sábado 22 de marzo a las 11 iniciará un nuevo ciclo de conversatorios…
El sistema nacional de gestión responsable de envases vacíos de fitosanitarios, articulado por CampoLimpio, alcanzó un nuevo récord: 20 millones de kilos recuperados en todo el país. Esta cifra histórica marca un hito ambiental para el agro argentino y fortalece el modelo de economía circular en el sector.
Desde su inicio en la provincia de Buenos Aires, el programa se expandió progresivamente hasta estar presente hoy en 22 provincias argentinas, con 92 Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT) en funcionamiento.

Una ley pionera que impulsa el cambio
El sistema opera bajo el marco de la Ley 27.279, la primera legislación de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en el país. Esta norma obliga a los productores a asegurar un destino ambientalmente seguro para los envases vacíos de fitosanitarios, evitando su quema, entierro o mal uso.
CampoLimpio coordina esta red, integrando a más de 110 empresas fabricantes, productores, distribuidores, agrónomos y autoridades locales y nacionales.
Crecimiento sostenido y cambio de prácticas
Desde 2019, cuando apenas existían 7 centros en Buenos Aires, la infraestructura creció de forma constante. En los últimos tres años, la cantidad de envases recuperados aumentó a un ritmo del 30% anual, reflejando un cambio real en las prácticas del campo argentino.
Esta evolución no solo responde a las exigencias legales, sino también al compromiso creciente del agro con el cuidado del ambiente y la sustentabilidad.
Certificados ambientales y reciclado seguro
Cada productor que entrega sus envases recibe un certificado ambiental, lo que respalda su cumplimiento legal y compromiso con la producción responsable.
Los plásticos recolectados son revalorizados en 19 destinos habilitados y transformados en insumos industriales seguros: caños para fibra óptica, envases industriales, materiales para la construcción, entre otros.
“Un esfuerzo colectivo que transforma hábitos”
María Pisanu, directora ejecutiva de CampoLimpio, destacó: “Cada envase recuperado representa un esfuerzo logístico y ambiental que impulsa la transformación de un hábito. Estamos construyendo una economía circular en un contexto desafiante, y sabemos que aún queda mucho por hacer”.
Este logro no solo representa una cifra destacada, sino una señal concreta de progreso ambiental en el agro argentino, gracias al trabajo conjunto entre productores, empresas y el Estado.