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Argentina, 31 de Mayo de 2025 (Agencia Actualidad).- La eliminación del cepo cambiario para las personas físicas, que entró en vigor el 14 de abril tras el anuncio oficial del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), desató una fuerte demanda de dólares en el mercado minorista: un millón de argentinos compraron USD 2.048 millones durante la segunda mitad del mes, según el informe “Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario” publicado por el Banco Central (BCRA).
La cifra representa el mayor nivel de demanda de divisas por parte de personas humanas desde octubre de 2019. En promedio, cada comprador adquirió USD 204,8. En contrapartida, 309.000 personas vendieron dólares por apenas USD 111 millones, lo que arroja una venta promedio de apenas USD 36 per cápita.
Como resultado, la formación neta de activos externos de residentes cerró con un saldo deficitario de USD 2.010 millones, compuesto por compras netas de billetes por USD 1.839 millones y egresos netos por operaciones con divisas por USD 171 millones.
A pesar de este flujo negativo en el mercado cambiario, las reservas internacionales del BCRA se incrementaron significativamente en abril, al pasar de USD 24.986 millones a USD 38.928 millones, gracias en gran medida al desembolso del FMI al Tesoro Nacional, por un total de USD 12.396 millones.
Sectores económicos: balances dispares
En lo que respecta al “sector real” de la economía, las compras netas de dólares alcanzaron los USD 1.196 millones, si se excluyen las operaciones del sector de Oleaginosas y Cereales, tradicionalmente superavitario. Los principales sectores con saldo positivo en el balance cambiario fueron Minería (USD 634 millones), Energía (USD 562 millones) y Alimentos y Bebidas (USD 466 millones). En cambio, el sector Automotor (USD -854 millones) y Maquinarias y Equipos (USD -543 millones) se destacaron por sus déficits.
Boom turístico y déficit en cuenta corriente
El informe del BCRA también destacó el impacto de los gastos por turismo en el exterior. Durante abril, se sumaron USD 765 millones en compras asociadas a pasajes y consumos con tarjeta vinculados a viajes internacionales. No obstante, se estima que el 60% de estos gastos fueron cubiertos con dólares previamente atesorados por los consumidores.
La cuenta corriente cambiaria cerró abril con un déficit de USD 636 millones, marcado por egresos netos de USD 1.161 millones en “Servicios” y USD 705 millones en “Ingreso primario”. Estos flujos negativos solo fueron parcialmente compensados por un superávit en “Bienes” (USD 1.214 millones) y “Ingreso secundario” (USD 16 millones).
De hecho, la Argentina registró un superávit comercial de USD 204 millones en abril, aunque 89% inferior al del mismo mes de 2024, como consecuencia de un magro crecimiento de las exportaciones (+2,3% interanual) frente a un fuerte repunte de las importaciones (+37,3%).
Auge del turismo emisivo y caída del receptivo
Un dato clave que se desprende del análisis es el salto del turismo emisivo: en el primer cuatrimestre del año, salieron del país 8,4 millones de argentinos, lo que representa un incremento interanual del 67,6%. En contraste, el ingreso de extranjeros cayó 25,4%, lo que generó un saldo negativo de 5,1 millones de personas en la balanza turística del período.
Este fenómeno ha sido advertido por consultoras como Equilibra y Fundar, que señalan que el encarecimiento en dólares del país volvió menos atractiva a la Argentina para el turismo receptivo, mientras que los destinos extranjeros se abarataron para los argentinos, con fuertes salidas hacia países como Brasil y Chile.
Lo que viene
El dato de abril marca el inicio de una nueva etapa en la política cambiaria argentina, en la que las personas humanas recuperaron el acceso libre al mercado oficial de divisas por primera vez en casi cinco años. Mayo será el primer mes completo bajo el nuevo esquema de flotación entre bandas del tipo de cambio, con valores de referencia establecidos entre $1.000 y $1.400 por dólar. Los próximos informes permitirán evaluar más profundamente el impacto de esta liberalización en la economía real y en la estabilidad financiera. (Agencia Actualidad)